Jadeo constante, hasta la puerta de cristal
hoy empañado no es más,
que carbón decorado sin explotar
opaco, nada a través, prohibido reflejarse
en el olvido, casi un espejo tímido
que le da miedo ver
no se puede, ¿Por qué insistís?
Los laureles secaron ayeres color carmesí
un azul casi turquesa borra
el camino, pero no el fuego, incierto
destino, que si nubla viento y
resumimos la vida a un encuentro
entre los más ciegos y absurdos pensamientos
tendremos una obra de un solo acto
y de corto reparto
de quienes volaron tan alto
que en pleno inicio, alas quemaron
que cayeron al suelo y explotaron
que volaron tan alto y actuaron tan bajo
brazos como tirantes sobre el relajo de saber desde antes
lo posible, lo probable, lo sexual y
el ademán de la mano abierta, moviéndose de
derecha a izquierda, poniendo un punto final
que queda en la piel, como lunar,
que queda en la sien, como pajar
y que reclaman los pies, que sin señal,
igual no quisieron parar.
---Toposikosis
oh topo más carga!
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