
Te ví sentada con tus ojitos nublados, desciende el aguacero hasta mojar tus labios.
Sostenías una navaja en las manos
tu alma no era más que mil pedazos
y tus muñecas lloraban sangre,
caminé hacia vos, te quité la navaja,
como la madre que le quita a la hija su sonaja
como el padre que lleva a su hijo de pesca
como el amigo que no deja tu lado hasta que fallezca.
Me senté a tu lado,
te dije "te amo",
me corté las venas
y te cosí el alma con ellas
te cosí las muñecas
te cosí una sonrisa con mis arterias
sólo para que no lo hicieras,
porque no vale la pena.
Igual en invierno me quité la piel para abrigarte
y del verano el infierno no pudo con mi sangre.
Caminaste hacia mí con una felicidad notable
tomaste mis mejillas y entonces me besaste
mis venas y mis arterias te quitaste
y para estrangularme las usaste....
para terminarme diciendo: "
yo también te amo, cadáver"
----Toposikosis
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